Con la práctica totalidad de series que merecen la pena agotadas al sufrir los efectos secundarios de la huelga de guionistas he tenido que llenar este tiempo de espera con otras series un poco menos vanguardistas, entre las nuevas adquisiones está Moonlight.
Mick St. John es un vampiro convertido contra su voluntad y que vive atormentando por su nueva condición. Trabaja como detective privado para así darle un buen uso a sabiduría y a sus habilidades sobrenaturales. Mick sólo cuenta con dos apoyos incodicionales, su amigo, Josef Konstantin, un vampiro de 400 años encantadísimo con su condición de inmortal y con las ventajas que el vampirismo ofrece, aunque también un poco paranoico ante las posibilidades que la era digital ofrecería a los cazadores de vampiros si su existencia se hiciera pública. Y Beth Turner, una ambiciosa periodista humana a la Mick rescató años atrás, cuando Beth era sólo una niña victima de un secuestro, creándose un extraño vínculo entre ellos.
La serie no es nada del otro mundo, ya os aviso, no destaca ni por la originalidad del argumento ni de la puesta en escena, un policial sobrenatural con toques románticos y cierta dosis de sentido del humor que se agradece mucho, pero es de esas series tontorronas que tampoco están mal hechas, que se dejan ver y al final terminan enganchando, aunque sin llegar a ser una verdadera adicción.
En cuanto al reparto bastante correcto, los protas Mick y Beth, están interpretados por Alex O'Loughlin y Sophia Myles respectivamente, desconocidos para mi hasta el momento, están bien y tienen química, él se pasa a veces poniendo cara de interesante, pero bueno es un vampiro así que se lo perdonamos. En cuanto a los secundarios, a Josef lo interpreta con bastante encanto Jason Dohring, el carismático Logan de Veronica Mars y a Coraline, la vampírica ex-mujer de St. John, la sosita Shannyn Sossamon, que tampoco está mal porque su papel es de enigmática y sexy vampiresa y mientras no tenga que interpretar, la verdad es que sexy es un rato así que bueno aceptamos pulpo.
Una curiosidad, un anuncio hecho a partir del episodio piloto nunca emitido ya que los responsables decidieron cambiar al reparto completo, salvo al protagonista:
Mick St. John es un vampiro convertido contra su voluntad y que vive atormentando por su nueva condición. Trabaja como detective privado para así darle un buen uso a sabiduría y a sus habilidades sobrenaturales. Mick sólo cuenta con dos apoyos incodicionales, su amigo, Josef Konstantin, un vampiro de 400 años encantadísimo con su condición de inmortal y con las ventajas que el vampirismo ofrece, aunque también un poco paranoico ante las posibilidades que la era digital ofrecería a los cazadores de vampiros si su existencia se hiciera pública. Y Beth Turner, una ambiciosa periodista humana a la Mick rescató años atrás, cuando Beth era sólo una niña victima de un secuestro, creándose un extraño vínculo entre ellos.
La serie no es nada del otro mundo, ya os aviso, no destaca ni por la originalidad del argumento ni de la puesta en escena, un policial sobrenatural con toques románticos y cierta dosis de sentido del humor que se agradece mucho, pero es de esas series tontorronas que tampoco están mal hechas, que se dejan ver y al final terminan enganchando, aunque sin llegar a ser una verdadera adicción.
En cuanto al reparto bastante correcto, los protas Mick y Beth, están interpretados por Alex O'Loughlin y Sophia Myles respectivamente, desconocidos para mi hasta el momento, están bien y tienen química, él se pasa a veces poniendo cara de interesante, pero bueno es un vampiro así que se lo perdonamos. En cuanto a los secundarios, a Josef lo interpreta con bastante encanto Jason Dohring, el carismático Logan de Veronica Mars y a Coraline, la vampírica ex-mujer de St. John, la sosita Shannyn Sossamon, que tampoco está mal porque su papel es de enigmática y sexy vampiresa y mientras no tenga que interpretar, la verdad es que sexy es un rato así que bueno aceptamos pulpo.
Una curiosidad, un anuncio hecho a partir del episodio piloto nunca emitido ya que los responsables decidieron cambiar al reparto completo, salvo al protagonista:
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